Con dolor y con indignación tomo conocimiento de lo que esta pasando, nada más ni nada menos cercenando a nuestra identidad.
Es posible que así ocurra como ha pasado muchas veces, la indiferencia que se da no solo a los músicos de tango - que de por si, son músicos, y deben pasar por estos momentos donde el reconocimiento jamás lo tendrán.
Las pantallas de televisión, y en los grandes acontecimientos el tango siempre ausente y, cuando es convocado en vez de ir al aire y todos gocen de nuestra música, invariablemente la publicidad ocupa su lugar
Bueno Sandra tenemos que seguir remando.
Un beso
Oscar Fresedo
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